domingo, 2 de junio de 2019

Viaje filoartístico a Amsterdam 2019

Aquí tenéis una selección de fotos de nuestro viaje a Amsterdam de este curso 2018/19. Ha sido un placer andar por ahí con gente tan inquieta, resuelta, preguntona y vividora como vosotros. 

jueves, 30 de mayo de 2019

El saber común. La formación de la opinión pública.

Las personas mantenemos a menudo afirmaciones que no están justificadas (ni en muchos casos son justificables) racionalmente, pero que parecen convincentes. A estas afirmaciones se les llama “opiniones” (y, a veces, “prejuicios”). Al conjunto de las opiniones y prejuicios vigentes en un grupo social se le llama “saber común”. Ejemplos de prejuicios son ideas tales como “el mal con mal se paga”, “España para los españoles”, “todos los hombres son iguales”, “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”, etc., etc. (si os buscáis un refranero hallaréis una completa lista de opiniones y prejuicios comunes). Estas ideas nos parecen convincentes bien por experiencia propia (una experiencia informal y privada, no científica), bien por generar una fuerte inclinación emotiva a su favor (porque favorezcan nuestros intereses, porque confirmen ideas en las que creemos ingenuamente, etc.), o bien por simple fe en la autoridad de ciertas personas que consideramos sabias, o en lo que “siempre se ha dicho”, es decir, en la tradición. Hoy en día, a la tradición se le han unido otras fuentes de opiniones y prejuicios, como la ciencia (o más bien, la vulgarización de la ciencia) o los medios de comunicación (la televisión, internet, etc). Así, cientos de opiniones pasan hoy por verdades racionales bajo la capa de “científicas” o por efecto de la “demagógica seducción” que pueden ejercer los medios de comunicación.

El poder de los medios de comunicación es hoy enorme. Constantemente y por todas partes producen y transmiten una ingente cantidad de “datos” y de opiniones verosímiles sobre dichos datos. A veces, en esa producción y transmisión de datos y opiniones lo que más importa no es la verdad o racionalidad de lo que se transmite, sino lograr el favor del público, pues éste es, al fin, el que ha de comprar los productos (comerciales, políticos, ideológicos) que venden los medios. Hay que añadir que una de las formas con que los medios logran que determinados datos u opiniones parezcan veraces es calificarlos de “científicos” o hacer como que lo son (como cuando se publicitan productos con lenguaje científico, que nadie entiende, pero al que todo el mundo asocia prestigio, calidad, etc.).



Un caso interesante, a este respecto, es el de los documentales falsos. Algunos creadores audiovisuales han producido documentales para TV intencionadamente falsos (uno de ellos informaba, por ejemplo, de que la llegada del hombre a la luna en 1969 había sido un montaje cinematográfico), para así demostrar que la audiencia cree como verdadera cualquier cosa que le digan siempre que se mantenga el convincente formato del documental científico



En otras ocasiones, el saber común o vulgar, se compone también de falacias o sofismas, que son afirmaciones que deben su verosimilitud a los pseudoargumentos en los que se apoyan. Sobre las falacias, que pueden ser de muchos tipos, discutiremos en la próxima entrada.







¿Piensas que la gente suele creerse todo lo que sale en la TV? Razona tu respuesta... ¿Serías capaz de idear un documental falso? ¿De qué trataría y cómo sería?... ¿Qué significa decir que algo esta “científicamente demostrado”.

Para evitar prejuicios, bulos (fake news) e información falsa, nada mejor que practicar el pensamiento crítico. De esto tratamos aquí, aquí y también aquí

domingo, 19 de mayo de 2019

¿Qué es arte?


Esta obra de arte (¿) de Wolf Vostell se llama “¿Por qué el proceso de Pilatos y Jesús duró solo dos minutos?”…
Cada vez que llevo a mis alumnos al Museo Vostell de Malpartida, algunos tardan mucho menos de dos minutos en decidir que lo que allí se ve no es arte. Sobra decir que si llevara a un grupo de adultos no serían algunos, sino casi todos los que exclamaran con suficiencia: "¡Esto es una tontería!". Cuando ocurre esto me vienen unas ganas locas de arrodillarme ante quien así habla y rogarle que me explique cómo ha logrado saber que lo que ve no es digno de llamarse “arte”. ¿Cómo no va a saberlo quien se atreve a opinar con tanta firmeza?... Pero no, no lo sabe: cuando oigo sus explicaciones (cuando las da) toda mi ilusión se desvanece (en mucho menos de dos minutos)…

Así que: ¿Qué es el arte? ¿Cómo podemos distinguir una obra de arte de una majadería? ¿Alguien me lo puede explicar?... Como algunas respuestas ya me las han dado muchas veces, y no quiero que caigáis en la tentación de resolver este asunto de un plumazo, comenzaremos quitando de en medio algunas de ellas.

1. Arte no es lo cada uno considera arte. Si así fuera, cualquier cosa podría ser “arte”, y a la vez no serlo, con lo cual carecería de sentido toda discusión sobre el arte (Yo tendría toda la razón al considerar arte cortarme la oreja –o cualquier otra cosa—, y tú también la tendrías al considerar que no lo es). La verdad es que ni siquiera tendría sentido emplear la palabra “arte”, pues carecería de un significado común (¿Tendría sentido emplear una palabra cuyo significado fuera distinto para cada persona que la emplea?).


2. Arte no es lo que la mayoría considera “arte”. Igual que antes: si así fuera todo podría ser “arte” y no serlo (bastaría con que la mayoría así lo conviniese). Además, tanto en el caso anterior como en este, siempre cabe la pregunta: ¿Por qué considera la mayoría que tal cosa es arte y tal otra no?

3. Arte no es, sin más, lo que nos gusta. También nos gusta que nos rasquen la espalda, o tener la casa limpia, y dista de estar claro que esas dos cosas sean obras de arte. Además, suponiendo que arte fuera "lo que nos gusta", aun tendríamos que responder a las preguntas: ¿por qué nos gustan unas cosas y no otras? ¿Qué significa que algo "nos guste"?

4. Arte no tiene porque ser lo que nos emociona. También nos emociona un incendio o que nos llamen el día de nuestro cumpleaños, y, de nuevo, no está nada claro que todo eso sea arte.

5. Arte no es lo que es único y original. Cada mosquito que viene al mundo es único o decidir usar la energía atómica para fabricar bombas también parecen ser cosas originales y creativas. ¿Son los mosquitos o las bombas nucleares "obras de arte"?

6. Arte no es lo que supone mucho trabajo y está bien hecho. No solemos considerar a un ingeniero que diseñe autopistas, o a un cirujano que haga trasplantes como artistas (a no ser en un sentido muy metafórico).

7. Arte no es lo que es bello y punto. Quizás no este mal equiparar arte y belleza (aunque hay quien defiende que puede haber arte en lo feo). Pero, en cualquier caso, eso no hace más que lanzarnos a otra pregunta igual de difícil: ¿qué es lo bello?…


Así que una de dos, o me contestáis a la pregunta de ¿qué es arte?, o me contestáis a la pregunta ¿qué es bello?


Si queréis escuchar nuestra versión radiofónica de este mismo asunto pinchad aquí.




Y aquí tenéis una presentación sobre este tema...




Y aquí, esta otra, con muchas más ilustraciones.


La performance "Cut Piece" (1964) de Yoko Ono, y "Danza sobre perímetro cuadrado" (1968) de Bruce Nauman

Las imágenes de la entrada son:
(1) "¿Por qué el proceso de Pilatos y Jesús duró solo dos minutos?", de Wolf Vostell.
(2) "Mierda de artista", de Piero Manzoni.
(3) "Fountain", de Marcel Duchamp.
(4) Foto de Croqueta titirimundi.

domingo, 12 de mayo de 2019

Discotecas "divinas", y laboratorios "mundanos". ¿En qué se distinguen la religión y la ciencia?


Oscuridad y luces parpadeantes, música (un "chill out" a base de órgano y voz), un olor muy especial (a incienso, claro), palabras misteriosas y poéticas (no en inglés, pero a veces en latín) que se repiten, rítmicamente, como un mantra, como un rezo... A veces (en algunas "discotecas" sagradas) un animador o varios que bailan frenéticamente, como posesos... ¿Es para entrar en trance o no?...



Los ritos religiosos parecen tener como finalidad excitar las emociones (entusiasmo, temor...), generar sensaciones impactantes (incluso visiones y fenómenos por el estilo), y, desde luego, fortalecer la fe (ese modo de creernos algo por ciega voluntad). El objetivo del ritual parece ser el de "purificar" a los fieles de su entendimiento racional, liberarlos de su razón. Porque a veces la razón (el pecado de querer saber por nuestra cuenta y riesgo) es lo que separa al hombre del Creador. Una vez purificado, el creyente está preparado para recibir a Dios y a su Verdad revelada a través de la fe, la emoción, la visión...


Cambiemos de escenario: luz abundante y clara, silencio, un olor a desinfectante, palabras para nada poéticas entre un grupo de personas que discute y consulta sus ordenadores... No es una iglesia, es un laboratorio o aula. Los científicos intentan ser objetivos en su trabajo, de lo que han de "purificarse" no es de su razón, sino justo lo contrario: de la mera fe o creencia ciega, de las emociones particulares de cada uno, de sus subjetivas visiones del mundo... El objetivo no es recibir la Verdad revelada por Dios, sino descubrir la verdad desvelándola mediante la razón...




¿Tienes claras las diferencias entre religión y ciencia (entre saber irracional o racional)? Responde, si puedes, a estas preguntas:
1. ¿En qué crees que pueden parecerse la religión y la ciencia?
2. Ambas buscan la verdad, pero no del mismo modo. ¿De qué dos modos distintos buscan la verdad la religión y la ciencia? ¿Alguno de ellos te parece más apropiado? ¿Por qué?
3. Hay científicos que son, a la vez, creyentes religiosos. ¿Cómo explicas esto? 







martes, 30 de abril de 2019

Racionalismo y empirismo. ¿Veo según lo que pienso? ¿O pienso según lo que veo?

Hay dos grandes teorías filosóficas sobre el conocimiento: el racionalismo y el empirismo. 

El racionalismo afirma que el conocimiento proviene fundamentalmente de la razón, es decir, de la lógica, y es previo e independiente (“a prori”) de la experiencia. Según el racionalista, la verdad la descubrimos a través de la mente, pensando de manera lógica (la verdad es lo que nos parece lógicamente evidente, o lo que deducimos de otras verdades lógicas). El "lema" del racionalista podría ser: "si no es lógico, no lo creo". Lo "bueno" de las verdades lógicas es que son necesariamente verdaderas (son verdad siempre); lo "malo", según algunos, es que no sirven  para conocer el mundo que vemos (solo conoce mundos ideales, como el de las matemáticas). Para más detalles sobre el racionalismo, pulsa aquí





El empirismo afirma que el conocimiento proviene fundamentalmente de la experiencia de los sentidos (es “a posteriori”). Según el empirista, la verdad la descubrimos observando el mundo en el que vivimos (la verdad son los datos que obtenemos a partir de observaciones y experimentos y lo que inducimos a partir de tales datos). El "lema" del empirista podría ser: "si no lo veo, no lo creo".
Lo "bueno" de las verdades empíricas es que parecen servir para conocer el mundo en que vivimos; lo "malo" es que solo son verdades contingentes o probables (pueden no ser verdad en cualquier momento). Para más información sobre el empirismo, pulsa aquí.


No hace falta añadir que los saberes puramente racionales mantienen (explicita o implícitamente) una teoría racionalista sobre el conocimiento, y que los saberes empírico-racionales suponen, en cambio, una teoría empirista del conocimiento. 



El debate entre racionalismo y empirismo es uno de los más importantes en la filosofía. Se puede plantear de forma sencilla, preguntándonos que es más fundamental para saber lo que son las cosas: PENSAR o VER. 

¿Veo según lo que pienso? ¿O pienso según lo que veo?... 
¿Puedo ver sin pensar lo que veo? ¿Puedo pensar sin ver lo que pienso?...
¿Una palabra vale más que mil imágenes? ¿O una imagen vale más que mil palabras?...

A veces, los racionalistas afirman que todas nuestras ideas son innatas, y que las cosas que vemos solos sirven, a lo sumo, para recordarlas. Los empiristas, en cambio, suelen afirmar que venimos al mundo con la mente vacía y que es después de ver las cosas como empiezo a tener ideas... 



¿Qué piensas tú? ¿Cómo lo ves?... 

Imagina este caso. Supón a un ciego de nacimiento, experto en física matemática, que hubiese descubierto una teoría sobre la luz y los colores prácticamente perfecta. ¿Sabría ese ciego, mejor que una persona vidente cualquiera, lo que es el color azul?....





jueves, 25 de abril de 2019

¿Qué serías capaz de hacer en un concurso de TV? Una réplica moderna del experimento de S. Milgram.

¿Somos capaces de hacer cualquier cosa si nos lo ordena alguien con autoridad? Aquí podéis ver un escalofriante experimento, en vivo, para intentar verificar esa hipótesis. Es interesante que os deis cuenta de cómo se diseñó (para que tuviera validez científica). Además, se hizo a partir de otro, mucho más antiguo, diseñado por el psicólogo S. Milgram durante los años 60. ¿Serías capaz de diseñar tú otro, distinto al del documental, para probar la misma hipótesis?

sábado, 12 de enero de 2019

¿Era Peter Pan un pobre diablo?


¡Los niños son felices!, dice la gente (los niños que no pasan hambre, ni están enfermos, ni carecen de un entorno familiar aceptable, se entiende). ¡A veces soy feliz como un niño! (insisten). ¡Ah, recuerdo cuando era un niño feliz y sin problemas! (erre que erre). ¡No hay que dejar nunca de ser un niño!(dale que toma). ¿A qué viene tanto rollo con la infancia? ¿Es la infancia, de verdad, un paraíso feliz, como se empeñan en creer los adultos (no los niños, claro)? Esta claro que quien cree esto no ha observado con profundidad a los niños, cuyos sufrimientos habituales son tan terribles, al menos, como los de los adultos. En fin: ¿Es Peter Pan un modelo a seguir?

Peter Pan es la historia del niño que no quería crecer. Pero resulta que los niños de verdad lo que más quieren es crecer. ¿Por qué será? ¿No tendrían que estar contentísimos de ser niños y quedarse tal como están? Pues parece que no, oye. A lo que más les gusta jugar es a ser mayores. Mitifican la edad adulta como un paraíso en donde por fin podrán hacer lo que quieran, tener lo que deseen, no depender tanto de los demás... Quizás intuyen que se lo pueden pasar mucho mejor siendo mayores; jugar a más juegos, y a juegos más complejos e interesantes... ¿Y tú, qué opinas? ¿Te irías a la isla de Nunca Jamás para ser por siempre un niño (como Peter Pan)? ¿O preferías vivir en el mundo de los adultos? ¿Son, de verdad, más felices los niños que los mayores?